Los/as jefes/as tóxicos/as sólo se desarrollan si están en el entorno apropiado.
Una organización sana se ocupa por si misma de eliminar a tiempo trepas desaprensivos/as y mediocres inoperantes activos, de tal manera que nunca llegan a alcanzar posiciones relevantes desde las que puedan hacer daño.
Por lo tanto, si te encuentras sufriendo alguna modalidad de acoso laboral en el trabajo, lo más probable es que tu empresa no tenga ningún interés por promocionar la excelencia y que en ella sean más importantes el poder, la conformidad y el control, que la satisfacción, la autonomía y la productividad.
Nadie va a hacer nada para salvarte, o sea que es mejor que asumas la responsabilidad de tu existencia.
Ya sé que te están haciendo la vida imposible y que los que están mal y tienen que cambiar son ellos. Pero tu vida es tuya y el/la que responde de cómo te la montas eres tú.
Es importante darse cuenta de que no es lo mismo ser responsable que ser culpable.
Tu jefe/a y los que le sostienen tiene la culpa de lo que te ocurre, pero tú tienes la responsabilidad de salir de todo ello.
Esperar ayuda o que cambien los/as acosadores/as es el primer gran error de un acosado/a.
Suplicar, exigir, amenazar a otros/as para que dejen de maltratarte sólo empeora las cosas.
Cuando uno/a se deja llevar de la pena, el estrés y la rabia, la vida se complica y los disgustos se multiplican.
Fundamental entender la situación que estás viviendo: hay dinámicas ocultas, fuerzas e intereses que antes se te escapaban y que con ayuda de profesionales podrás ir viendo más claro.
Los/as acosadores/as siempre son envidiosos/as, controladores/as y mediocres.
Puede que lo que tú crees que es una virtud o un mérito tuyo, a ellos/as les moleste. Quizá tu sana autonomía de criterio está entorpeciendo sus oscuras maniobras.
¿A dónde quieres llegar?
¿Cómo quieres que sean para ti las cosas?
¿Qué esperas de tu trabajo?
Una vez que sabes lo que quieres, decide lo que tienes que hacer para llegar allí. Construye en tu mente un plan, decide un destino.
¿Qué es lo que quieres, el mal de tu acosador/a o el bien tuyo?
Decidir ser víctima impotente o demonio vengativo lleva a sitios que no te van a gustar nada.
No ganan ninguna batalla, protege tu salud.
No estés sola/o, te acompaño en el proceso para conseguir aclarar todo lo anterior.
