· ¿Te sentiste alguna vez obligado/a a dar información sobre asuntos privados a quien no tenías intención de contarle nada?.
· ¿Te pasaron por alto, te atropellaron o te quitaron algo propio de una forma tan sutil que sentiste temor de confrontar con quien lo hizo?.
· ¿Te está costando dar tu punto de vista y admitir que quieres cosas diferentes a las que te proponen?.
· ¿Limitan, intencionadamente, tu acceso a cursos, promociones o ascensos en el trabajo?.
· ¿Sientes que últimamente estás tomando decisiones que van en contra de tus valores o que haces cosas que normalmente no harías?.
Si respondiste a más de una pregunta con un «SÍ», déjame decirte que puedes estar siendo víctima de manipulación y probablemente has sido engañado/a.
Por lo general, los/las manipuladores/as estudian a las personas en busca de su vulnerabilidad, de su debilidad.
Ellos/as suelen tener como objetivo a la gente codependiente, crédula, gente con complejo de salvador o llena de culpa.
Buscan personas que superponen la amabilidad a su propia dignidad, gente a la que le cuesta decir «NO» y que teme a la confrontación.
Debemos recordar que el único objetivo del manipulador/a es la destrucción y para obtenerla, aplicará distintas técnicas:
Acoso moral: se da cuando el/la manipulador/a te grita o insulta, a solas o en grupo, asignándote tareas imposibles de lograr, atacando o descalificando lo que haces o dices.
Maltrato verbal: es el que ejerce mediante amenazas o calumnias, destruyendo tu reputación, aislándote de otras personas, presionándote para que cambies de horarios, sueldos o tareas atacando tu religión o tus convicciones, poniéndote gente en contra o difundiendo chismes acerca de ti.
Esto sucede durante un tiempo prolongado mientras el/la manipulador/a degrada y maltrata a su víctima de forma sistemática a fin de anularla como persona.
El/la manipulador/a trabajará adormeciendo a su víctima.
El/la manipulador/a vendrá primero con palabras seductoras o de reconocimiento, pero lentamente irá introduciendo su descalificación, gritos e insultos.
La manipulación estará apuntada a dos áreas: el hacer y el ser. Su objetivo es quebrar la estima y una acusación constante logrará deshacerla.
El hacer. El/la manipulador/a descalificará, cuestionará y rebajará todo lo que hagas.
El ser. Desvalorizará tu motivación, inventará malas decisiones para llenarte de culpas y malestar.
Los/as manipuladores son personas que quieren tener control sobre tu vida. Si ven lo valioso/a que eres, que tienes éxito o simplemente perciben en tu vida algo que ellos no tienen, querrán arrebatártelo. Te hará creer todo el tiempo que él/ella vale más que tú para que te dé miedo perderlo y quieras retenerlo, cuando en realidad es él/ella quien está manipulándote porque quiere quitarte lo que tú tienes.
El/la manipulador/a exigirá que estés en todo momento para satisfacer sus necesidades, pero nunca estará ahí para cuando tú lo necesites.
Aprende a cuidar de ti misma/o.
Arriésgate a exponer tus pensamientos, destierra tus miedos. Toma decisiones propias y olvídate de los sentimientos de culpa o vergüenza.
Ésta es la única forma en la que vas a ser libre de verdad, libre de cualquier tóxico/a.
Aprender a cuidarnos es un trabajo difícil, pero no imposible y debemos hacerlo.
No dejes que te pasen por alto y evita justificar las acciones de los otros. Nada justifica el maltrato, no lo hagas una constante en tu vida.
Te acompaño en el proceso. No estás sola/o.
